Riad Dar Touyir

Desde hace ya 10 aÑos, sus siete habitaciones, dispuestas en torno a dos patios, les dan la bienvenida. Una gran terraza corona este pequeÑo y florido paraÍso dÓnde buganvilias, jazmines y bignonias corren sobre la pérgola.
Carole, Robert y todo el equipo de Dar Touyir, grandes conocedores de la ciudad y sus alrededores, les ayudarÁn a disfrutar al mÁximo de su estancia en la Ciudad Roja.

Y si, después de la a veces vibrante Marrakech desean el descanso total en un Marruecos diferente, ellos les invitarÁn a descubrir Jnane Tihihit, su granja-casa de huéspedes cerca de la presa y el lago de Lalla Takerkoust.

Antigua douyiria o pequeÑa casa tradicional y patio de los servicios de la Riad vecina, Dar Touyir y Dar Tibibt han estado en proceso de renovaciÓn desde 1997, respetando la tradiciÓn, por el arquitecto belga Quentin Wilbaux.
En Dar Touyir, o “la casa del pÁjaro”, la vida transcurre al son de la fuente y el canto de los pÁjaros, los Tibibts. Su plumaje dio a la casa el color gris azulado de sus boiseries.

La entrada a estas casas tradicionales, en pendiente para evitar las miradas indiscretas de los transeÚntes, nos transporta a otro mundo, insospechado desde la calle, con su patio, su fuente, sus naranjos.

AllÍ, los salones uno frente al otro se disputan el privilegio de acogerles para a la hora del té.
En el primer piso, el sol juega sobre las columnatas y el hierro forjado de las galerÍas para decorar las habitaciones con sus incesantes juegos de luz.
Pero el imperio del sol es la terraza: allÍ es un verdadero placer calentarse al sol de invierno, o en verano, disfrutar del sol mientras se pone y disfrutar de la frescura reconquistada.